Las ciudades inteligentes son un constructo de base tecnológica caracterizado por su sensibilidad a los cambios en la forma de vivir. Su estructuralidad viene del aumento en la interconexión de los sectores (movilidad, administración, industria, cultura, etc.) que la componen, hasta alcanzar una suerte de “masa crítica” en la que esta urbe super conectada pasa a tener una realidad superestructural de naturaleza digital donde cambia la noción de privacidad.
La normativa de protección de datos ha experimentado importantes cambios durante los últimos años. En España es el Reglamento General de Protección de Datos y la Ley Orgánica 3/2018 las normas que reglamentan este importante componente de la vida social. Estas fuentes normativas se convierten en campo de estudio fundamental para los profesionales de la privacidad.
En entradas anteriores de este blog hemos argumentado desde distintos enfoques la importancia actual del sector de la protección de datos. Así como las diferencias que existen entre las múltiples formaciones en la materia. Pero ¿cuál es la postura de la autoridad competente española, la AEPD, sobre la formación en esta área?
Después de cuatro años desde la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), voces expertas coinciden en afirmar que esta normativa europea ha transformado la noción que empresas y ciudadanos tienen sobre la utilización de nuestros datos personales y los derechos que podemos ejercer sobre éstos.
Contar con una asesoría especializada en el cumplimiento de la normativa en protección de datos es hoy en día totalmente necesario para mantenerse en buenas condiciones competitivas en un contexto en el que la realidad digital ha sustituido a la realidad presencial. Uno de los aspectos que más preocupan a empresas y organizaciones es el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos en sus sitios Web. Hablemos un poco de RGPD y páginas Web.
La maduración de las normativas europeas sobre protección de datos parece consolidar la siguiente idea: la sociedad en su conjunto atribuye cada vez más responsabilidad a quienes manejan datos personales como parte de su actividad productiva. A su vez, la prudencia, la cautela y las medidas de seguridad se convierten en atributos cada vez más apreciados en cualquier bien o servicio. De ahí que en la actualidad hablemos de profesionales y nueva cultura de protección de datos.